martes, 14 de julio de 2015

Dámaso Alonso 2




Dámaso Alonso
BIOGRAFÍA
Dámaso Alonso (1898-1990), poeta, crítico literario y filólogo, nació y murió en Madrid.
Se licenció en Derecho y en Filosofía y Letras. Antes de la Guerra Civil (1936-1939) española estudió en el Centro de Estudios Históricos de Madrid, participando a la vez en las actividades literarias e intelectuales de la famosa Residencia de Estudiantes donde coincidió con: Federico García Lorca, Luis Buñuel y Salvador Dalí.
Fue discípulo de Menéndez Pidal y profesor en universidades de Estados Unidos, Inglaterra y Perú hasta el año 1939, en que sucedió a su maestro en la Cátedra de Filología Románica de la Universidad de Madrid.
Fue lector en Berlín, Cambridge, Hunter College y Columbia University y, finalmente, en Oxford. Fue traductor de Joyce, Shelley, T. S. Elliot, etc.
Fue director de la Real Academia de la Lengua Española durante los años 1969-1982, institución a la que pertenecía desde 1945.
Mereció el Premio Nacional de Literatura Miguel de Cervantes en 1978.
“Por el significado de su obra y cronología, es el mejor aglutinante de la generación del 27” (Valbuena Prat).
OBRA POÉTICA
Dámaso Alonso no ha sido un poeta tan prolífico como sus compañeros de generación. En su primera época pretende superar las fórmulas del Modernismo, de ruptura con lo establecido. Es la etapa de su poesía pura de ecos juanramonianos: Poemas puros, poemillas de la ciudad (1921).
Pero va avanzando hacia una poesía de raíz existencial, conmovido por los acontecimientos de la Guerra Civil española (1936-1939): Los hijos de la ira (1944), Hombre y Dios (1955) y Oscura noticia (1959), obras en las que es visible la influencia de la obra de Joyce, de la que fue traductor. A esta etapa también pertenece la mayor parte de su labor didáctica e investigadora. En su última etapa adquiere su poesía un carácter conciliador.
Poemas Puros y Poemillas de la ciudad (1921)
En esta obra ya se vislumbra el “realismo léxico”, su principal aportación literaria. Son delicados poemas de juventud en el estilo de Juan Ramón Jiménez (1881-1958), de diáfana belleza y de evasión pasional hacia el intelecto: “Por las praderas hondas, avizor y azoradas / –¡oh ciervas en huida!– las ideas escapan”.
Hijos de la ira (1944)
Poesía de raíz existencial que respira el clima de la posguerra. Este libro, llamado por el autor “diario íntimo”, es un grito, mas no de júbilo de vivir como en Guillén, sino en angustia y cólera: un estallido de rabia impotente ante la propia miseria y ante el dolor del mundo circundante. Aquí rompe el poeta con las formas clásicas, respetadas por el profesor, y penetra en la corriente surrealista: Muerte, terror, angustia, fastidio y oración se mezclan.
Aquí irrumpe el yo individual y biográfico, latente en el erudito profesor. Este yo es a veces el poeta, a veces el profesor. Aunque el material es surrealista, el libro no lo es. Todo el material abisal ha sido pasado por la mente, ha sido juzgado. En este libro todo exhala una íntima tristeza. El asco y la ira se mezclan. Visión amarga de la vida como “horrible viaje, pesadilla sin retorno”. Al final, su visión de la vida no es trágica, pues se vuelve a Dios, en un sueño de niño en el regazo maternal.
Esta obra es uno de los libros más meritorios de la lírica española posterior a la Guerra Civil (1936-1939).
Hombre y Dios (1958)
Visión más optimista y conciliadora. Diálogo tierno con el Creador, que recuerda la devoción ingenua del colegio, de la lejana religiosidad infantil. El tema es “la soledad de Dios”. El poeta pregunta a Dios sobre las cuestiones que no entiende, porque al hombre de las máquinas moderno no se le puede preguntar. Es un libro denso, lleno de emoción y pensamiento, angustiado. Es una obra excelente y profunda.
Oscura noticia (1959)
Colección de poemas de varias épocas, escritos por el profesor, mejor dicho por el poeta a hurtadillas del profesor. La factura y apariencia es impecable, pero sólo la apariencia. En este libro ya se observa que la emoción intenta hacer estallar a la forma. El profesor frena al poeta: “Oh tesoro claroscuro del durmiente. / Derribas las lindes, fluyó el sueño. / Sólo el espacio”.
Bajo el sereno mirar del humanista erudito late un mundo de insatisfacciones y torturas, que adivinamos en estas poesías de equilibrio barroco.
Gozos de la vista (1981)
OBRA DE INVESTIGACIÓN
Como filólogo, crítico e historiador de la literatura se revela como gran erudito y científico, pero dentro de él, siempre escondido pero nunca dormido, está el poeta lírico. Es un temperamento sintético, comprensivo, coordinador. Las relaciones entre el poeta y el profesor no son de la mejor amistad. Emoción y ciencia no cohabitan en él con gran tranquilidad. El poeta desdeña al sabio y el sabio incomoda al poeta. Pero intenta encontrar la comprensión entre la emoción oculta y estilizada y la delectación intelectual.
Como crítico, Dámaso Alonso estudia a diversos poetas y escritores, especialmente al Góngora de Las Soledades, desde la Estilística Idealista. Dámaso Alonso reivindica la estética gongorina. Es el creador de la estilística española (Siete calas ne la poesía española).
(Copiado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2027/D%C3%A1maso%20Alonso.htm)

martes, 19 de febrero de 2013

Dámaso Alonso 1

"Mi terror vital y mi duda son enormes. Es comprensible que estas dos cosas puedan ser iguales y grandes, las dos. Pero debo hablar de mis inesperadas vacilaciones [...]. Así en mi poesía viven ambos lados: el duro, terrible y desnudo; y el dulce y altamente gobernado. Hay versos míos en que, en Hijos de la ira, se prescinde de toda eterna altitud sobre lo humano, pero hay muchos poemas en que se acude a esto que puede remediar la triste bajeza de nuestro vivir: Dios. " (Dámaso Alonso)

lunes, 4 de febrero de 2013

Propuesta de comentario poemas Generación del 27

8 poemas de la Generación del 27
En esta página encontrarás una propuesta de comentario para los poemas de la Generación del 27 que entran en Selectividad. Este año son cinco y no ocho, pero entre los que recoge el documento están los que entran.
http://lenguayliteratura.org/ltr/index.php?option=com_content&view=article&id=1899:8-po

domingo, 3 de febrero de 2013

Gaztelueta. Poema Cavafis. Idus de marzo.

En el calendario romano, los idus de marzo correspondían al decimoquinto día del mes de Martius. Los idus eran días de buenos augurios que tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio, y octubre, además del decimotercer día el resto de los meses del año. (Wikipedia)
La fecha es famosa porque Julio César fue asesinado en el idus de marzo del año 44 a. C.. Según el escritor griego Plutarco, César había sido advertido del peligro, pero había desestimado la advertencia:

Lo que es más extraordinario aún es que un vidente le había advertido del grave peligro que le amenazaba en los idus de marzo, y ese día cuando iba al Senado, Julio César encontró al vidente y riendo le dijo: «Los idus de marzo ya han llegado»; a lo que el vidente contestó compasivamente: «Sí, pero aún no han acabado». Plutarco

 Idus de marzo

Las grandezas teme, oh alma.
Y si vencer tus ambiciones
no puedes, con cautela y reservas
síguelas. Y cuanto más adelante vayas,
sé más observador, más cuidadoso.
Y cuando a tu apogeo llegues, César ya;
cuando tomes figura de hombre famoso,
entonces cuida especialmente al salir a la calle,
dominador insigne de séquito acompañado,
si acierta a acercarse, desde la multitud
algún Artemidoro, que lleva una carta,
y dice apresurado "Lee esto inmediatamente,
son cosas importantes que te interesan",
no dejes de detenerte; no dejes de postergar
cualquier conversación o tarea; no dejes de apartar
a las variadas personas que te saludan y se prosternan ante ti
(las puedes ver más tarde); que espere incluso
el Senado mismo, y conoce al instante
los graves escritos de Artemidoro.

Gaztelueta. Poema Cavafis. Los Troyanos

El tercer poema que comentaremos esta semana es de los más conocidos de este autor (aunque no llega, por supuesto, a la fama que tiene el poema Itaca que ya hemos trabajado en clase)

En este caso, Cavafis recupera personajes de la Grecia clásica.

 

 Troyanos

 

Son los esfuerzos nuestros, de los desventurados,

son los esfuerzos nuestros como los de los troyanos.

Algo conseguimos; nos reponemos

un poco; y empezamos

a tener coraje y buenas esperanzas.

Pero siempre algo surge y nos detiene.

Aquiles en el foso enfrente a nosotros

sale y con grandes voces nos espanta.-

Son los esfuerzos nuestros como los de los troyanos.

Creemos que con decisión y audacia

cambiaremos la animosidad de la suerte,

y nos quedamos afuera para combatir.

Mas cuando sobreviene la gran crisis,

nuestra audacia y decisión desaparecen;

se turba nuestra alma, paralízase;

y en torno de los muros corremos

buscando salvarnos con la fuga.

Empero nuestra caída es cierta. Arriba,

sobre las murallas, comenzó ya el lamento.

Lloran sentimientos y recuerdos de nuestros días.

Amargamente por nosotros Príamo y Hécuba lloran.

 

Gaztelueta - Poema Cavafis. Cuanto puedas.

Aquí tienes el segundo poema que vamos a trabajar. Al analizarlo, recuerda lo que hemos estudiado sobre Cavafis. Te vendrá bien la fotocopia que repartimos el viernes en clase. Por lo que vas leyendo de este autor, ¿no te parece que sus poemas intentan transmitir ideas atemporales?

 

 Cuanto puedas

 

Y si no consigues hacer tu vida como quieres

intenta por lo menos esto

en cuanto puedas: no vayas a ensuciarla

al frecuente contacto de la gente,

con charlas y negocios por doquiera.

 

No vayas a ensuciarla con llevarla,

con volverla a menudo y exponerla

a la vulgar locura cotidiana

de tanta relación y compañía

para que se convierta en una extraña intrusa.

 

Gaztelueta - Poema Cavafis. La ciudad

Para empezar con los poemas que nos entran en Selectividad y después de lo que hemos explicado en clase, analiza el significado y los principales rasgos del siguiente poema:

 

 La ciudad

 

Dices: "Iré a otra tierra, hacia otro mar

y una ciudad mejor con certeza hallaré.

Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,

Y muere mi corazón

lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez.

Donde vuelvo los ojos sólo veo

las oscuras ruinas de mi vida

y los muchos años que aquí pasé o destruí".

 

No hallarás otra tierra ni otro mar.

La ciudad irá en ti siempre. Volverás

a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;

en la misma casa encanecerás.

Pues la ciudad es siempre la misma. Otra no busques -no la hay-

ni caminos ni barco para ti.

La vida que aquí perdiste

la has destruido en toda la tierra.